
Dentro de los objetivos de la reforma de salud que está en curso, uno de los pilares fundamentales es el mejoramiento de la atención otorgada en los consultorios del país.
Para lograr esto, la estrategia elegida es cambiar el enfoque con el que se venía trabajando por décadas, caracterizado por un estilo curativo, impersonal y enfocado casi exclusivamente en las enfermedades y no en la persona como un todo, hacia una nueva orientación conocida como salud familiar.
¿Pero que significa esto de Salud Familiar?
La medicina familiar es una disciplina que se encarga de mantener la salud en todos sus aspectos, estudiando y analizando al cuerpo humano en forma global.
Este movimiento surgió en EEUU y Canadá en la década de los 60, por un descontento de la población con el tipo de atención despersonalizada y fragmentada.
Su principal característica es la continuidad de la atención.
Esto quiere decir que existe un equipo conformado por distintos profesionales del área de salud (médico, enfermera, matrona, dentista, psicólogo, entre otros) que se harán cargo de un número de familias a las cuales seguirán durante toda su vida, llegando a conocer lo principales problemas que la aquejan y así poder enfrentarlos de una forma más completa que el enfoque biomédico o tradicional.
Para este fin se está llevando a cabo una serie de modificaciones en los consultorios, entre ellas la sectorización, mediante la cual las familias son distribuidas en distintos territorios, quedando a cargo de un equipo de cabecera, que será el encargado de resguardar la salud de todos sus miembros.
Otro punto importante es ofrecer una atención integral, lo que quiere decir que se ve a la persona como un todo y no como una serie de sistemas. Por ejemplo, si una persona tiene un problema a los ojos y además un dolor estomacal, no es necesario que tenga que ser derivado a dos profesionales distintos para que atiendan cada una de sus dolencias. Con esto se pretende mejorar la resolutividad de los centros de salud, evitando así largas esperas para la atención hospitalaria.
Es por esto que nace una nueva especialidad médica, que es el médico de familia, que es un médico especialista, cuya misión es ser el primer contacto de las personas con la salud, capaz de resolver los principales y más comunes problemas de las personas tanto en el ámbito biológico y mental, como también en el área social. Además debe entregar una medicina humanística y ser experto en la relación médico-paciente-familia-comunidad.
Sobre este último punto, otro de los cambios importantes en este proceso es integrar a la comunidad en el trabajo cotidiano de los centros de salud. Escuchando sus necesidades, atendiendo sugerencias y priorizando en conjunto los problemas más relevantes.
Finalmente, es importante recalcar que no sólo es importante ofrecer curación de las enfermedades, si no que también educar a las personas y entregar un enfoque preventivo y promocional.
Es por eso que actualmente muchos de los antiguos consultorios están en proceso de transformación hacia lo que ahora se conoce como CESFAM (Centro de salud familiar), en el cual las familias deberán estar sectorizadas, ofreciendo continuidad en la atención con un enfoque integral y preventivo.
En resumen, los cambios del consultorio al centro de salud familiar son los siguientes:
De lo biomédico: a lo biopsicosocial (integral).
De lo recuperativo: a lo preventivo, curativo y a la promoción de la salud.
De un trabajo individual: a un trabajo en equipo.
Del liderazgo del sector salud: a la participación comunitaria.
Marcela Larrea, Médico Salud Familiar.